En una revelación tan sorprendente como poética, un equipo de científicos japoneses ha anunciado el descubrimiento de un nuevo mineral completamente desconocido hasta ahora en la naturaleza. Este hallazgo, que representa un avance histórico en el campo de la mineralogía, ha sido bautizado como Amaterasuita, en honor a Amaterasu, la diosa del sol en la mitología sintoísta japonesa y una de las deidades más veneradas del panteón nipón.
Un jade como nunca antes se había visto
El mineral fue identificado a partir de una muestra de jade encontrada en la prefectura de Okayama, y aunque a simple vista pueda parecer una variante del jade común, su composición química es lo suficientemente única para ser clasificada como un nuevo mineral. La jadeíta pura (un tipo de jade muy apreciado) tiene la fórmula química NaAlSi₂O₆, pero Amaterasuita presenta una estructura completamente distinta:
Sr₄Ti₆Si₄O₂₃(OH)Cl, rica en estroncio y titanio.
Lo más sorprendente es que solo se encontró una pequeñísima cantidad de esta sustancia dentro de una franja de jade blanco de apenas 2 milímetros de ancho. A pesar de su diminuto tamaño, el descubrimiento tiene implicaciones enormes para la ciencia.
Una estructura atómica digna de una diosa
La Amaterasuita no fue nombrada solo por su conexión con el jade, considerado la piedra nacional de Japón desde 2016, sino por una propiedad extraordinaria en su estructura cristalina que refleja directamente un concepto espiritual del sintoísmo.
En la religión tradicional japonesa, los dioses (o kami) existen en una dualidad conocida como aratama (forma violenta o activa) y nigitama (forma pacífica o benigna). Ambas son manifestaciones de una misma deidad, pero nunca aparecen juntas en el mismo lugar al mismo tiempo.
De manera asombrosa, la Amaterasuita es el primer mineral descubierto en la naturaleza con dos tipos de estructuras atómicas coexistentes, pero jamás en la misma zona dentro del cristal. Es decir, presenta dos formas cristalinas distintas (Tipo A y Tipo B) que comparten la misma base química pero se alternan en su disposición, una característica teorizada en la ciencia, pero jamás observada hasta ahora en estado natural.
¿Cómo se forma este mineral tan raro?
El jade se forma gracias al movimiento de las placas tectónicas —los mismos que provocan terremotos en Japón— que abren pequeñas grietas en la corteza terrestre. Minerales y químicos marinos se filtran en esas grietas, y bajo condiciones extremas de baja temperatura y alta presión, se cristalizan.
Este nuevo mineral sugiere que ese proceso es mucho más complejo de lo que se creía, y que podría involucrar reacciones químicas aún desconocidas. El hallazgo de Amaterasuita no solo añade un nuevo elemento al catálogo de minerales del planeta, sino que abre una puerta a futuras investigaciones sobre cómo se forma la jadeíta y qué otras formas cristalinas ocultas podrían existir bajo nuestros pies.
Un descubrimiento mitológico y científico
Este es el segundo hallazgo reciente en Japón que recibe el nombre de Amaterasu, lo que demuestra la influencia duradera de la mitología en la ciencia moderna japonesa. Y quién sabe, con este ritmo, no sería raro que el próximo descubrimiento lleve su nombre también… tal vez un nuevo lobo ancestral, como sugiere la nota original con humor.
Más allá del simbolismo, Amaterasuita representa la unión perfecta entre lo espiritual y lo científico, un mineral que literalmente brilla con el misterio de la tierra y el alma del Japón antiguo.
Para más noticias de Anime, manga, videojuegos y cultura geek & tech, visita: MultiAnime.com.mx
Síguenos también en nuestras redes: Instagram | YouTube | TikTok

Fuente: SoraNews24

